miércoles, 25 de marzo de 2015

EL SUEÑO DEL BEBÉ


Os presento un texto de Mª Luisa Ferrerós, que me ayudó a escribir un libro dedicado a la Psicología y Estimulación infantil hasta los 5 años. El libro está basado en  la experiencia y el trabajo práctico que se realiza con el Método Lenoarmi desde 1966, año en el que empezaron a desarrollarse en Lenoarmi los programas para bebés, basados en un principio básico que define la palabra Lenoarmi y marca el enfoque del método: "ley natural en orden y armonía", despierta el movimiento natural de cada individuo, pon orden si es necesario y encontrarás la forma de vivir en armonía entre el cuerpo-emociones-mente. 
Mª Luisa nos ha hecho llegar un texto dedicado a todos los que estáis esperando un bebé o ya lo tenéis en casa. Aunque a todos nos gustaría la receta para dormir cuando llega un bebé a casa, os hago llegar reflexiones y aportaciones de Ferrerós para que podáis ir construyendo vuestro propio proyecto educativo. Esperando que sea un apoyo para vosotros, os mando un cariñoso saludo,

Noemí Suriol
Directora de Lenoarmi




EL SUEÑO DEL BEBÉ




    El sueño es una actividad fisiológica, pero que se aprende como un hábito. Garantizar el descanso no es un capricho ni una recomendación, es una necesidad de todos los seres humanos y más concretamente de los más vulnerables, los niños.

  ¿Hay que aprender a dormir? La respuesta es sí. El correcto sueño depende de la maduración, de las condiciones ambientales, de las características físicas de casa niño y del aprendizaje.

  Los niños normalmente aprenden muy rápido a dormir bien porque tienen las condiciones físicas idóneas, pero algunos les cuesta más debido a diversas características genéticas, como los niños que tienen un tono muscular elevado o a los que les cuesta relajarse y no encuentran la postura adecuada. Estos últimos son niños que se mueven mucho en la cama e incluso cuando son recién nacidos.

  Así que aunque el dormir es una necesidad que nuestro cuerpo nos lo pide, se aprende como un habito. Ya que un mal descanso no es beneficioso para nosotros mismos.

  Esto nos indica que a nuestros hijos debemos marcarles pautas para que puedan aprender a dormir teniendo en cuenta sus dificultades particulares.

  No todos los niños tienen la misma facilidad de conciliar el sueño: unos se duermen enseguida, pero a medianoche se despiertan como si tuvieran un resorte y no hay manera de que se vuelvan a dormir; otros parece que nunca se cansan y no encuentran el momento de dormirse; hay niños nerviosos, niños con una tonicidad muscular tan alta que les impide relajarse y otros que cuanto más lloran más excitados están y más difícil es conseguir que concilien el sueño.



  El método Ferrerós de Estimulación Musical Prenatal establece que la música ayuda al bebé a desconectarse de la realidad i conciliar el sueño. A partir del cuarto mes de gestación el feto ya es capaz de oír, por ello se recomiendo estimular el cerebro de nuestro hijo desde este momento.

  Después del nacimiento se enfrentan a sensaciones desconocidas que le invaden, y solo algunos sonidos son capaces de tranquilizarlo, como el latido del corazón, alguna canción que escucho antes de nacer, nuestra voz, etc. Si la madre, de forma regular, lo estimula con música durante la etapa fetal, mejorará el crecimiento del pequeño y su desarrollo. Entre otras cosas se le puede enseñar a dormir.

Las claves para una buena estimulación prenatal son:
- empezar a partir del cuarto mes de embarazo, porque así al nacer asociará la música con el momento de relajación. La música clásica es la mejor.
- el volumen y la intensidad han de ser adecuados.
- Buscar momentos en los que el niño este receptivo.
- La regularidad de los estímulos debe ser diaria.
- Es positivo que la madre comparta la música con su bebé y se relaje con él.

Cada día dedicaremos media hora de relax, coincidiendo con la hora en que los acostaremos cuando nazca (20h – 20:30h). Siempre pondremos la misma canción, ya que los hábitos incorrectos más frecuentes están relacionados con la falta de una rutina que permita al niño conciliar el sueño. 
Así pues conviene establecer una rutina. Es importante que los padres trabajen formando un equipo y que se comporten con tranquilidad para transmitirle seguridad. 
Debemos seguir un orden en las cosas que haremos con él antes de acostarlo. Puede ser: cambiarlo, bañarlo, luego le damos un masaje y lo acostamos.
A la hora de acostarlo le ponemos el mismo fragmento de música hasta que se duerma, y esto se repite cada día. Si se despierta por la noche haremos lo mismo.

Las siestas son vitales para los bebés y niños pequeños. Contribuyen a un mejor sueño nocturno. No hay que eliminarlas o disminuirlas para conseguir que así duerma más de noche, ya que el efecto seria el contrario, al estar muy cansado de todo el día, por la noche no estará relajado y le costará conciliar el sueño.

En caso de pesadillas y terrores nocturnos lo que necesitan es que sus padres le crean y le comprendan. Hay que evitar despertar al pequeño, lo abrazaremos y calmaremos con voz pausada. Es importante descubrir que le angustia. 

Todo esto lo podemos encontrar en el libro “Dulces sueños, ni mimos ni lloros” donde nos enseñara porque nuestros hijos no duermen bien  y nos darán unas pautas detalladas para ayudar a nuestros hijos a dormir dependiendo de la edad.

Mª Lluisa Ferrerós
Psicóloga

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