EN CONTACTO
CON LA NATURALEZA EN
LOS PRIMEROS AÑOS
Ya desde muy
pequeños se acostumbran a las nuevas tecnologías y nos ven a nosotros muchas
horas del día atentos al teléfono, al ordenador, a la tablet, mandos de
televisión... Crecen asumiendo que lo normal es jugar con estos chismes de papá
y mamá. Si nos descuidamos, pasan los días y los niños tienen poco contacto con
la naturaleza.
El niño necesita de la naturaleza, de su propio cuerpo y de los sentidos para
jugar y aprender explorando y observando.
LLEGA EL BUEN TIEMPO,
UNA EXCURSIÓN POR LA
MONTAÑA
Cuando vamos con los más pequeños
por el campo o la montaña es importante que los mayores despierten la
creatividad. Podemos jugar mucho sin juguetes.
Los juegos
de campo cambian con las estaciones del año. Ahora es un tiempo agradable para
crear juegos, observar y explorar la primavera y el verano.
En primavera podemos hacer coronas de flores, escondernos entre las hierbas del campo, podemos descubrir huevos de renacuajos en los riachuelos y un montón de animalitos que salen de nuevo. Los más pequeños aprenden los colores de una forma rápida y natural, pues en la naturaleza los encontramos todos.
huevos de renacuajos |
Colores de los arboles |
El primer juego puede ser el
ayudarles a descubrir lo que podemos hacer con los tesoros que la naturaleza
nos regala, empezando por los mismos elementos de la naturaleza:
AIRE: vamos a buscar todo lo que vuela, vamos a jugar a que
somos ese animalito que vuela, además les explicamos cosas de cada uno. Podemos
mojar el dedo con saliva y descubrir por donde sopla el viento, podemos
estirarnos en la pradera y ver como pasan las nubes, buscar formas en ellas...
Soplar hojas, soplar flores...hay algunas flores que cuando las
soplas, se deshacen en pequeñas partículas que muchos las llaman “angelitos” y que
algunos de nosotros antes de hacerlo nos hemos pedido un deseo.
Con las
piedras podemos hacer caminos, podemos dejar señales.
Con los palos de madera podemos marcar el suelo, hacer dibujos en la
tierra, podemos saltar por encima (adelante y atrás), si el palo es largo y
grueso podemos sentarnos encima y los papás nos llevan como en la sillita de la
reina o del rey, un palo largo y fuerte también puede servir para cogerse con
las manos y el papá, que es muy fuerte, subirle, crear trapecios con una cuerda
y un tronco. Así fortalecen sus manos y cogerán mejor el lápiz.
Crear ritmos y sonidos con las
piedras, también con una rama con hojas.
Podemos buscar animalitos de tierra,
jugar a moverse como ellos, explicarles cosas de cada animal, reproducir los
sonidos.
Jugar al escondite, escondiéndonos detrás de los árboles.
Jugar al escondite, escondiéndonos detrás de los árboles.
Buscar montañitas (desniveles) para
subir y bajar, con lo que aumentarán el equilibrio.
Podemos construir un circuito con
todo lo que encontremos, y así empezarán a resolver sus primeros problemas con
las dificultades que se encuentren, desarrollan su motricidad gruesa y su
coordinación.
También
construir cabañas con ellos, sobre todo a partir de los 4 años: buscar un lugar
ya es una aventura, llevar a la cabaña los materiales para acondicionarla,
hacer un picnic en ella y mucho más que podemos hacer si dejamos rienda suelta
a la imaginación.
Juegos de
sombras, con los que a partir de los 6 años buscarán una explicación y los más
pequeños lo verán con sorpresa.
Si tenemos
la suerte de estar en un espacio en el que haya vacas, cabras, gallinas,
conejos... y los payeses de la zona nos dan entrada, podemos convertir a
nuestros pequeños en payeses por un rato, además de descubrir lo que el campo nos da para comer.
Estimados padres, espero que esto os pueda servir de inspiración para
aprovechar la naturaleza, regalo muy preciado por todos, y que sea una
pincelada para dejar volar la imaginación.
¡Que lo disfrutéis!
Noemí Suriol
Método Lenoarmi
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