miércoles, 18 de diciembre de 2013

La vida sigue igual…


Puedo observar cada día, que muchas madres están verdaderamente preocupadas cuando sus hijos cambian de personas en el ámbito escolar, extraescolar o incluso de cuidadoras en el hogar.  Me gustaría tranquilizar a estas mamás y recordarles, que para sus hijos, las personas realmente vinculantes son sus padres y su familia más cercana. Mientras crecemos hasta que nos hacemos mayores, vivimos cambios continuos, porque crecer es cambio y evolución. Para un niño es muy importante sentir que sus padres están ahí. Para ellos es como estar en una habitación y asegurarse de que las paredes no se mueven, son fuertes y firmes. De esta forma se sienten seguros y protegidos. Esas paredes son los papás. El resto de personas podríamos decir que son los muebles, los juguetes, los complementos, que hoy están pero quizás mañana no. 



Para los niños, todas estas personas que pasan por su vida, sea en el colegio, sea en actividades, sean canguros, son personas que mientras estén tienen el deber de cuidarlos bien, atenderlos bien, darles cariño,  pero no siempre estarán las mismas. Lo más importante es que como madres nos aseguremos de que nuestros hijos están bien atendidos.

Trabajo con niños desde hace 25 años y jamás me he encontrado con un niño que no se adapte a los cambios, siempre que éstos impliquen cariño y buena atención. Pero sí que me encuentro con muchos padres que no se adaptan a los cambios de personas y que buscan una vinculación que les de seguridad a ellos. Cambio y adaptación significa evolucionar y crecer.

Los niños son el mayor regalo que nos han dado y creo que de ellos podemos aprender mucho más.
Noemí

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